- Besamanos to the Virgen de la Estrella
- Triduum of the Lord of Divine Mercy. Brotherhood of the Seven Words
- Besapiés the Lord of Victory
- Pentads the Lord solemn Health. Brotherhood of Gypsies
- Via Crucis of the brotherhoods of Seville 2024
- Via Crucis to Ntro. Father Jesus of the Sentence. Hermandad de la Macarena
- Besamanos to the Virgen de la Hiniesta
- Triana: Besamanos to the Christ of the Three Falls
- St. lawrence: Besamanos of the Virgen de la Soledad
- Pentads solemn and Main Function of the Holy Christ of the Three Falls
Presentation at La Calzada
When Don Jose Alvarez Allende comes to the front of the passage of Christ Health, cassock, Bonnet with tassel doctor of theology and golden rod, el tópico es decir que en Semana Santa la ciudad se vuelve a inventar los barrios que ya no existen. Queda muy cofradieramente correcto decir que San Bernardo vuelve a cobrar vida con el sol temprano de la tarde del Miércoles Santo, mientras Pepe Luis Vázquez y su hijo van subiendo el puente con andares toreros, peones de confianza que hacen el paseíllo con el Maestro de la Salud camino de un palco presidencial en la sombra de La Campana. Pero no sólo San Bernardo resucita. La Calzada vuelve a existir el Martes Santo. La memoria de un barrio derribado es el eterno endecasílabo de estas cofradías populares, cuando una cruz de guía se echa a la calle entre olores de incienso y de almendras garrapiñadas. La Calzada, como San Julián, fue un barrio borrado del mapa. Por no quedar, ni quedan civiles en la Plaza del Sacrificio, la de la Brigadilla de la Calzada del brigada Mancera en la Sevilla del clarín del Brigada Rafael. La Calzada sacrificó sus viejas calles. La calle Vía Crucis, los patios de vecinos, aquel pilón de la calle Oriente que conservaba el recuerdo de las mulas y las angarillas de blanca lona, el olor a mollete y a repápalo de los panaderos de Alcalá.
Esta tarde dejo la calle Santiago, el apeadero versallesco de mármoles de la casa de Villapanés, el zaguán donde se metió el visueño Juan Santos para aprisionar entre las manos del pentagrama el agua del río de inspiración de aquellos compases creadores de “Encarnación de la Calzada”. Esta tarde me voy a ver salir San Benito. Sale San Benito y no solamente salen los siete mil millones de nazarenos de la cofradía, el Cristo crucificado en el que vuelve a vivir la sangre de Manolo Ponce, el ángel de Manolo Hita en la delantera de la Virgen. Se abre esa puerta y vuelve a salir ni más ni menos que la vida del barrio de la Calzada, hasta oímos los refregadores en las pilas de los corrales. Suena la Marcha Real en las cornetas y tambores, sale ya el paso. La misma voz me dice lo de siempre:
— Este Pilatos es más guapo que el de la Sentencia, dónde va a parar…
Es que este Pilatos sabe tela, por eso tiene cara de listo. Este Poncio es el que de verdad vive todo el año en la Casa de Pilatos. Y como buen criado de casa grande, se le han pegado las buenas maneras de los señores. Therefore, cada Martes Santo, Pilatos le presenta el pueblo a Jesús. El programa está equivocado, errados los santos titulares de la cofradía de La Calzada. No es la Presentación de Jesús al Pueblo. Es la presentación del Pueblo de Sevilla a Jesús, la presentación del barrio de la Calzada al Cristo de San Benito. Sale el paso, y como ya derribaron la casa de la esquina Pilatos no se mete en la taberna, como antes, pero al ver allí a todo el barrio de la Calzada, le dice siempre lo mismo a Jesús:
— Maestro, mire usted qué pedazo de pueblo tenemos. Yo me lavo las manos, pero donde esté Sevilla, que se quite Jerusalén…
Y como Pilatos se la presenta cada año en La Calzada, por eso Jesús conoce tan bien a Sevilla cuando en la Madrugada sale de San Lorenzo con el Gran Poder, tan nuestro, del compás abierto y la pierna adelante, o cuando, trianero, en el puente expira el Viernes Santo por la tarde porque le falta el aire de su barrio.
Antonio Burgos. Box
El Mundo de Andalucía, Thursday 5 April 2001